viernes, 18 de septiembre de 2009

El Destino como “Proyecto de Vida Potencial”

El Destino como “Proyecto de Vida Potencial”



“El ser humano conlleva en forma potencial su proyecto de vida que busca plasmar en los acontecimientos de su destino”

D
esde la Programación Mental pensamos que nuestro “programa mental” o destino puede ser entendida como un “Proyecto de vida Potencial” que determina nuestro destino individual y familiar. Proyecto escrito por el sujeto según una mirada particular mas la suma de los aportes de su grupo programador o familia (y otros personajes significativos en la vida del sujeto). Por ejemplo, “escribimos” (memorización, internalización) los “celos” cuando dejamos de ser el único hijo, porque experimentamos el ser “relegado” por el nuevo hermanito. Proyectamos nuestra futura paternidad cuando observamos a papá en su rol, a mamá, etc. De la misma manera los roles sociales (médico, enfermero, bombero, profesor, etc.). Somos los escritores de nuestro propio destino, aunque debemos recalcar que el proyecto de vida de cada uno conlleva aspectos que podemos considerar “irracionales”, infantiles o inmaduros. Esto sucede porque comenzamos a escribir nuestro proyecto desde los primeros meses. Se ha observado a un bebé alzar un gatito y mecerlo tal como era alzado y acurrucaban por sus padres. Observamos ya el juego de “hacer activo lo pasivo”, el alzar luego del ser alzado, cuidado, etc. Mejor dicho, la identidad de cada uno se compone de muchos roles integrados en una historia emocional particular, que luego es jugado (roleplaying) en la familia o la sociedad. En otros términos, cada uno de nosotros posee un proyecto de vida armado de múltiples identificaciones que nos permiten asumir una identidad, una posición y un sentido del ser en la vida.
La formulación del proyecto de vida se va conformando en forma gradual desde los primeros años, toma su primera forma hacia los 6 años aproximadamente y se torna una cuestión crucial en la adolescencia y en la adultez. Como todo proyecto, implica una mirada hacia el propio mundo interno (Introvisión) y hacia el futuro, hacia el propio “horizonte de expectativa” entendida como posibilidades varias.
En todo proyecto de vida inconsciente intervienen dos principios:
Principio de repetición (comportamientos que se repiten en forma inconsciente o consciente);
Principio de cambio, se corresponde con comportamientos nuevos que se introducen merced a los nuevos vínculos. Son acontecimientos “significantes”, nuevos vínculos que interactúan con los patrones o modelos de comportamientos repetitivos y la modifican en menor medida. Creemos que el principio de permanencia o repetición de modelos en forma fija es preponderante en ciertas esferas de la subjetividad como son las relaciones de apareja, tipo de personalidad, rol paterno y materno, modelo de educación de los hijos, pertenencia de clase, entre otros. De la unión de los aspectos repetitivos y los nuevos surgirán una “novela individual” consciente o historia individual marcada por diversos hechos que dejarán marcas en la personalidad de cada uno. Ambos principios pueden ser conscientes o inconscientes, aunque el principio de repetición opera en forma inconsciente, determinando el presente en el nombre del pasado, los mandatos paternos y la tradición. Según el psicoanálisis, tales pautas repetitivas se perpetúan a través del superyo o instancia psíquica que conlleva el deseo de los padres, las costumbres y la tradición familiar y social.
Mejor dicho, existen modelos de comportamientos internalizadas en la familia que tienden a perpetuarse en el curso de la vida de un individuo. Son ejemplos los roles paternos, estilo de pareja (armónica, conflictiva, dividida, estable, etc.), tipo de familia, nivel económico de vida(expectativas profesionales), filosofía de vida(optimista, pesimista), etc. La internalización de los modelos familiares de conductas se vincula con la “historia familiar” construida en forma particular, lo que significa que no siempre coincide la familia real externa con la internalizada. Un padre indiferente puede ser internalizado como padre comprensivo y protector. Por ello, cada uno de nosotros elabora su “novela familiar” o historia familiar simbolizada desde el rol de cada uno. Esta novela conlleva aspectos positivos o negativos como es el caso de la construcción de un padre exitoso o un padre fracasado. Tales modelos internalizadas tienden a reactualizarse en el curso de la vida a pesar de la formulación consciente del proyecto de vida. Por esto, es importante el análisis de la propia historia familiar. En otras palabras, en el curso de la vida de un sujeto, ésta “novela familiar” tiende a manifestarse como una puesta en escena de una historia elaborada desde el deseo de los padres y la relación del individuo con esos deseos(que puede ser de sometimiento o de oposición). De nuevo, lo que se repite pueden ser conductas de éxitos o de fracasos, en consonancia con los modelos familiares internalizados. No obstante, pueden influir otros modelos como los ejemplos mediáticos(los medios), aunque en menor medida. Esto se debe a que la familia transmite pautas de conductas desde lo emocional, y cuando otras instituciones como la escuela o los medios, pretenden modificaciones radicales desde lo intelectual, aparecen dificultades. Por esto, la familia se erige en una de las instituciones más poderosas para formar el Programa Mental.
Por otra parte, a los modelos familiares se suman los modelos sociales de familia (otros ejemplos de familia, de paternidad, de maternidad, de hijo, de trabajo, valores, moralidad, etc.) cumpliendo con el principio del cambio aunque con menor éxito que los ejemplos familiares. Sobre todo, lo que se perpetúa son los modelos familiares “vistos y oídos” (Freud) a la que se suma la actividad de la fantasía. Muchas veces, lo que se experimento como una vida nueva y novedosa, lo es en lo superficial, y no constituye sino reediciones de modelos de conductas ya vistos. A veces, un individuo sustenta su proyecto de vida inconsciente en base al deseo de los progenitores que opera en forma inconsciente, lo que marca sus pensamientos conscientes, planes, metas a corto y largo plazo, etc. Es similar a la historia de “Asterión” (un cuento de Borges) quién se encuentra atrapado en su propia historia, esperando un salvador. Otro ejemplo puede ser “Las ruinas circulares” del mismo autor, dónde aparece un personaje que logra descubrir que fue soñado por otro, como destino de su vida.
Entonces, el proyecto de vida inconsciente constituye un verdadero “plan de vida inconsciente” y sigue el formato o ejemplo familiar. Algo fundamental lo constituyen los deseos inconclusos de los padres que los hijos toman como misión a concretar, una familia mejor, éxitos económicos, una profesión, mejor cuerpo, , aspiraciones económicas, modelos de pareja, paternidad, maternidad, etc. Lo claro es que todo proyecto de vida inconsciente implica el principio de repetición de ciertas conductas en forma inconsciente y la introducción de novedades durante la puesta en acto de los deseos familiares más valorados o temidos como los casos de repetición de patologías familiares(violencia familiar, maltratos, enfermedades mentales, contravalores) o individuales.
Podemos enumerar los elementos del proyecto de vida inconsciente que se juega, como en un teatro predeterminando, en el destino de cada uno:

* Modelo de familia (integrada o conflictiva, unida o dividida, afectiva o fría, etc.).
* Modelos paternos (democráticas, ausentes, autoritarias, otros),
* Concepto de lo femenino y masculino (que diferencie el rol de madre y padre del rol de mujer y hombre, vinculado a la vida erótica y de pareja),
* Lugar de la familia en la sociedad (aspiraciones de clase, ambiciones económicas, expectativas de vida: conformista, progresista, de fracaso.),
* Cultura de clase: modelos o pautas culturales de conductas pertenecientes a la clase social de pertenencias: por ejemplo, en la clase baja existen menos motivación de logros que en la clase media y alta.
* Deseos y anhelos inconclusos de los padres que son depositados en los hijos para su concreción. Los hijos, asumen la misión en forma inconsciente, siendo determinado por el pasado y el deseo de otros,
* Modelos sociales de conductas consideradas como normal o anormal: por ejemplo el modelo de padre, madre, hijo, etc., transmitido desde lo social,
* Roles vinculados al campo profesional y laboral: carreras y profesiones a seguir, oficios.
* El ideal social de individuo: individualista, cooperativo, competitivo, materialista, optimista, pesimista, realista o idealista, etc.
* El ideal del yo(lo que uno desea ser) y el ideal de persona de la familia(individualista, competitivo, optimista, realista, pesimista, etc.),
* Posibilidades sociales de progreso desde lo económico (bienes) y social(redes sociales o contactos interpersonales),
Otros.

En su faz consciente, todo programa de vida o proyecto de vida en acción pueden ser flexibles (abierta a los cambios) o rígidas (cerradas, resistentes a los cambios, con predominio del pasado). El proyecto de vida inconsciente comienza a estructurarse en la infancia como un “plan de vida ignorado”, gracias al protagonismo principal de cada uno, lo que luego sufre retoques en la adolescencia y en la vida adulta. Por consecuencia, para la mejora o el cambio del propio destino, resulta crucial la formulación consciente del proyecto de vida inconsciente.

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